martes, 6 de diciembre de 2011

tipos de viviendas y sus servicios

Vivienda y servicios básicos

Construcción de viviendas en Albacete El acceso a la vivienda, junto con otros servicios básicos como la educación o la sanidad, son pilares de una sociedad sostenible y justa. Siendo un derecho básico del ser humano, la vivienda, o mejor la dificultad de acceso a ella, está en la base de no pocos conflictos sociales, económicos e incluso políticos actuales. Al igual que otros muchos de los vectores sociales y económicos de la sostenibilidad, una población no es viable ni sostenible a largo plazo si los ciudadanos no pueden acceder y disponer de un espacio habitable íntimo y propio en el que desarrollar los elementos más privados de su existencia. Sin viviendas dignas disponibles para todos, con sus servicios básicos asociados, difícilmente podrán conseguirse parámetros de sostenibilidad en los demás aspectos, ni económicos ni sociales, así como se compromete la integridad del medio natural si esos servicios básicos como saneamiento y gestión de residuos no están garantizados. Por último, las viviendas contribuyen a la sostenibilidad cuando son capaces de acoger a la población con la máxima eficiencia energética, aprovechando al máximo las fuentes energéticas y evitando su despilfarro.
En este sentido la incorporación de políticas integrales aparece como un elemento estratégico de primera magnitud en la búsqueda de la igualdad de oportunidades y servicios. En ellas habría que tener en cuenta la aparición de nuevos grupos de riesgo con el incremento de la esperanza de vida o cuando las prestaciones sociales son escasas o nulas. Bajo este punto de vista, la sostenibilidad implica preservar la calidad de vida y el bienestar humanos. Para conseguir un mundo más justo se debe incrementar la distribución equitativa de los bienes, servicios y oportunidades entre la población más desfavorecida.
Los colectivos sociales más vulnerables a la exclusión son los que acumulan más problemas de cara al acceso a los servicios sociales. La acumulación de factores en su origen hace difícil su eliminación sin unas políticas integrales que aborden el problema en su conjunto.
La igualdad de oportunidades para acceder a bienes y servicios básicos (empleo, educación, sanidad, vivienda, prestaciones sociales) debe extenderse a todos los colectivos que forman parte de la ciudad y su entorno, incluso a aquellos grupos que los requieren temporalmente como son los inmigrantes, nómadas o los turistas.

PROBLEMAS

Son varios los síntomas que muestran una inadaptación de la ciudad y los servicios que esta ofrece al medio. No se tienen en cuenta cuales son las limitaciones y potencialidades ambientales del medio que la rodea, de tal forma que, en el desarrollo cotidiano de la actividad urbana, estas disfunciones son fuente de distintos problemas ambientales.
La vivienda es un claro ejemplo de esta inadaptación de la ciudad a su medio (clima continental de temperaturas extremas), como consecuencia de lo cual debe importar crecientes cantidades de energía no renovable para poder acondicionar los interiores (bien a través de combustiones o de otros medios de calentamiento que derrochan la energía). Las prácticas de construcción deficientes en aislamiento, así como la proliferación de las calefacciones individuales, afectan a la calidad del aire que respiramos, disminuyendo la calidad de vida. Se ha hecho cada vez más imperante una implantación de vivienda y servicios caracterizada por una urbanización difusa, con uso extensivo del suelo, que ha abandonado la tradición de crecimiento compacto.
Este hecho trae consigo el desarrollo de un nuevo concepto de ciudad, que se enfrenta a la ciudad tradicional y que además lleva consigo muchos problemas ambientales, como el aumento excesivo del vehículo privado, la pérdida de la calidad del aire, el aumento excesivo de consumos energéticos contaminantes, aumento de los ruidos, pérdida del carácter multifuncional de la ciudad, destrucción del paisaje tradicional, etc.
Todos estos problemas se caracterizan por estar fuertemente interrelacionados entre sí, de forma compleja. El aumento de urbanizaciones en estructura difusa lleva directamente aparejado los problemas ambientales anteriormente citados y necesita cada vez más espacio para viario e infraestructuras, debido a que estas urbanizaciones difusas carecen de los servicios propios de la ciudad compacta (comercio, dotaciones públicas, ocio, etc). Al mismo tiempo se generan zonas unifuncionales (centros comerciales, sanitarios, industriales o de ocio) junto a las grandes vías de comunicación para proporcionar servicios a toda la población del área; lo que potencia aún más la movilidad privada, tanto en la periferia como en la propia ciudad central, socavándose el modelo de ciudad tradicional.
Con respecto al acceso a la vivienda y su situación actual, se puede decir que cuanto mayor es el esfuerzo para acceder a la vivienda mayor necesidad de empleo regular, permanente y bien remunerado. Sin embargo la flexibilidad del empleo, la precariedad y la inestabilidad laboral distan mucho de crear las condiciones socio-económicas favorables para garantizar de manera prolongada ingresos regulares a los individuos que necesitan vivienda, especialmente aquellos que por primera vez quieren independizarse de la convivencia familiar: los jóvenes; o aquellos que por primera vez se instalan en algún lugar de un país distinto al de origen: los que han inmigrado. En consecuencia va creciendo la cantidad de individuos que no consiguen tener las condiciones mínimas para acceder a una vivienda.

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